“Acá ando, más o menos”, dice Maximiliano Rodríguez antes de partir hacia el estadio. El volante no pasó la noche en la concentración, ni está con sus compañeros con ropa deportiva. Sale de su casa para ver a sus compañeros y hacerle el aguante desde la tribuna. Y esos serán su lugar y su rutina de ahora en más, que deberá soportar al menos durante seis meses sin poder jugar debido a la rotura de ligamentos de cruzados de la rodilla izquierda que sufrió en el partido ante Juventud Unida de Gualeguaychú.
“Obviamente estoy triste por la información de la resonancia, porque por suerte al menos camino bien y normal y no siento mucho dolor”, cuenta “Maxi”.
“Por eso tenía esperanzas de que no haya sido lo peor”, explica el volante que, como todo San Martín, esperó hasta último momento por un resultado que nunca llegó. Hasta el martes lo suyo pudo ser sólo un esguince, pero no tuvo suerte, el diagnóstico fue peor de lo esperado.
“Con el médico la verdad que aún no pude conversar mucho, lo hable por teléfono para avisarle que me había hecho el estudio y después él se comunicó para confirmarme todo. Y como no tenía mucho ánimo por lo que me estaba diciendo, no pregunté más”, relata “Maxi”, que sólo piensa en tener una cirugía lo más rápido posible, para comenzar cuanto antes con la recuperación.
¿Y mientras tanto? La respuesta, con tono de tristeza, no tarda en llegar: “Ya me tocó esto cuando estaba en Gimnasia de Jujuy y ahora me toca de vuelta. La verdad que es difícil, cuesta mucho porque son temas anímicos y físicos. Ahora trataré de estar con mi familia, mis viejos y de ahí sacar fuerzas para salir adelante”, cuenta “Maxi”, que en la anterior recuperación no pudo estar con su gente. “Tuve que hacer la recuperación en Lanús, club al que pertenecía en esos momentos”, recuerda.
Lo peor es que no es lo físico lo único que se debe poner a punto. “Por eso también quedé en ir a ver el partido ayer y en estar con los chicos. Para tratar un poco de estar bien de la cabeza ¿no?”, dice. Los compañeros lo hablaron y trataron de levantarle el ánimo, cuenta “Maxi”, que pese a todo tiene que soportar la angustia.
“Es mucha tristeza por el esfuerzo que uno hace durante el año, y porque ya me había ganado la chance de estar entre los titulares. Todo eso me pone triste”, se sincera el jugador.
Ya no le quedan resultados que esperar a Rodríguez, es momento de salir adelante: “hay que tratar de sacar de uno mismo la energía, desde adentro, para volver a estar en rodaje y poder volver a jugar”.
