Primera Nacional - INDEPENDIENTE RIVADAVIA

Irañeta entró y facturó con los botines ajenos

INDEPENDIENTE RIVADAVIA, B NACIONAL, IRAÑETA
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El viernes Ignacio Irañeta hizo festejar al pueblo leproso con su gol. Atrás de su logro está la historia del calzado y de su carrera, que tuvo momentos duros y difíciles

El desarrollo de la jugada del único gol con el que la Lepra le ganó a Estudiantes de San Luis podría ser la gran metáfora de cómo fue la carrera de su autor, Ignacio Irañeta. La acción que finaliza con Cristian Tarragona llevándosela casi a los tumbos y cayéndose, el balón parece que se va, pero Nacho no la da por perdida y con una aparición casi fantasmal le gana la espalda a un confiado Corulo, luego tirándose con los pies para adelante, transformó el Bautista Gargantini en un infierno encantador.

Así de esforzado fue su primer grito con la camiseta azul –el viernes era tricolor–, casi como se dio su recorrido como jugador. Nadie le regaló nada y todo le costó sacrificio. "Fue mi primer gol con esta camiseta y lo viví de la mejor manera, sufrimos bastante, fue un partido redifícil y complicado, pero lo importante es que sumamos de a tres. Vi que Tarragona iba con la pelota, le quedó larga, el defensor se confía pensando que no había nadie y por suerte me quedó ahí".

Y agregó: "La verdad es que estoy muy contento por el presente de Independiente. Lo importante es que dejamos los tres puntos en casa y ganar de local es lo primordial en este torneo. Vamos a ganar sobre la hora y vamos a empatar, después el gol que lo haga cualquiera, hasta el arquero si es necesario".

El destino también jugó sus dados; la lluvia había hecho lo suyo sobre el césped del Gargantini y por eso había que usar botines con tapones largos. Como él no tenía, su compañero Emanuel Centurión le regaló los suyos pero con un encargo: "El utilero me había dicho que tenía los tapones gastados y como el campo estaba muy mojado teníamos que usar tapones más largos, entonces pregunté quién podía tener esos botines y me contestó 'Centurión'. Le dije 'Ema, prestame los botines' y me preguntó si me quedaban bien. Le contesté que sí y me dijo 'te los regalo, pero mirá que tienen 4 goles importantes, y me metió presión'. Ahora tienen cinco goles importantes".

Como todo jugador del ascenso sus inicios fueron duros, pasó por momentos muy complicados tanto que hasta incluso abandonó el fútbol durante un tiempo cansado de los típicos problemas de este bendito deporte. "Me formé en Luján, después me fui a Lanús, ahí estuve un año y medio, volví y jugué en el Argentino A para Gimnasia, después fue a Rivadavia a un Torneo del Interior y perdimos la semifinal. Después me fui a San Martín, dejé el fútbol. Luego retomé en Gutiérrez y de ahí me salió la propuesta de Independiente", concluyó.