Pereyra y Farías evolucionan favorablemente, pero es difícil que lleguen a la revancha de la Copa. Son cuatro los jugadores en ofensiva que tienen rutina diferenciada por lesión.
A la victoria ante Deportivo Madryn por la Copa Argentina, Cipolletti sumó las buenas noticias en relación con los diagnósticos de Juan Pablo Pereyra y Lucas Farías, sus refuerzos que debieron ser reemplazados el martes por la noche por diferentes dolencias.
Ambos regresaron a las prácticas semanales ayer, con rutina diferenciada y turnos varios por las sesiones de kinesiología. Lo que en principio se especuló que sería muy grave, no terminó siendo así y aunque será difícil contarlos para el miércoles en Chubut, por el compromiso copero, todos los esfuerzos apuntan al domingo 26, en la primera salida del nonagonal ante Defensores de Villa Ramallo, por la tercera fecha.
Pereyra finalmente tiene la rodilla inflamada producto del golpe contra el piso terminando el primer tiempo y Farías lo ya anunciado, luxación del hombro del brazo derecho. La articulación fue intervenida en el vestuario de La Visera la misma noche, se inmovilizó la zona y con hielo y antiinflamatorios se logró neutralizar el dolor.
A la situación de los refuerzos se suman otros dos atacantes albinegros. Germán Weiner, quien ya no corre como opción para el miércoles y Jorge Gaitán, quien recibió un fuerte golpe en el cruce ante Madryn.
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