Todavía agitado y sin voz de tanto gritar ese gol de Balvorín en el último minuto del último partido de San Martín en el 2012. Así partía Gonzalo Cáceres a su Santiago del Estero querido, recordando a cada instante al gran responsable de la hazaña vs Talleres, que para él no era "Ring...Ring", sino otro "santo" conocido. Y tenía que devolverle el "favor", por eso viajó a sus tierras. Además, aprovechaba para pasar sus vacaciones en familia. Para el defensor lo de la retribución era una misión obligatoria. "Desde chiquito soy fiel seguidor de San Esteban. A él le pedí siempre desde que empecé a jugar y ahora debía cumplirle una promesa. No importaba si llovía, caían piedras o hacía mucho calor " contó, con la fe por las nubes. "El 19 corrí de noche unos 12 kilómetros, el 20 fue una caminata de día, de unos 35 kilómetros, y el día de su fiesta (el 26 de diciembre) otros 15 más, con un sol tremendo sobre la cabeza". ¡Uf, un montón! ¿Y qué le habías pedido? "Pedí por la salud y el trabajo en mi familia, y que San Martín termine de la mejor manera el año", devela el hombre. Juan Carlos y Ofelia (papá y mamá) están chochos disfrutando los últimos momentos de su hijo en casa, antes de que largue la pretemporada en San Martín, y justamente en La Ciudadela, el final de 2012 fue ideal para arrancar con todo los trabajos 2013. En síntesis: San Esteban se portó. El pedido de los hinchas Cáceres ya alquiló a su "paisano" para el año que viene. "Obviamente que, de paso por su santuario, le hice la promesa del ascenso. Eso va a ser muy sacrificado", contó, y se sumó a los miles de hinchas sanmartinianos que ya tienen en la cabeza los mismos deseos del defensor, que le sacó el jugo a una de las festividades religiosas más populares de su provincia y ahora espera que el año que se acerca tenga un final feliz, un final de ascenso a la B Nacional. ¿Y qué es eso de agigantar el sacrificio? "Si San Martín sube tendré que ayudar en el santuario ofreciendo comodidades para la gente que lo visita, donando sillas, ventiladores, porque siempre en su fiesta hace mucho calor", relata el santiagueño, uno de pura cepa. El compromiso está asumido. El santo vecino hará su parte siempre y cuando el de La Ciudadela le de una mano y, como Cáceres será parte del grupo, también prometió doblegar los esfuerzos para que lo disfrute todo San Martín.
