¿Le pasaron la factura? Y todo parece indicar que sí. Mauro no se fue bien del club, convencido que iba a tener un mejor destino lejos de Independiente Rivadavia, el club de sus amores. Se marchó quejándose que, como era un pibe del club, siempre era el peor sueldo del plantel y que veía pasar futbolistas que llegaban de afuera que quintuplicaban su salario. Se sintió maltratado, despreciado y decidió forzar la salida pese a todos los intentos que hizo la dirigencia para retenerlo porque se había algo innegable era que Mauro ya había comenzado a ser importante en el once titular.
Hubo promesa de mejora de salario y súplicas de toda índole para que Cerutti renovara su vínculo con la Lepra, que finalizaba en diciembre de 2017. Nada les creyó Mauro. Allí intercedió hasta el cuerpo técnico: "nosotros hablamos en su momento y le pedimos que se quedara, era muy importante para nosotros", contaba Pablo De Muner. Y el mismo DT hizo una pausa y remarcó "luego él tomó otra decisión". Claro, a De Muner le había disgustado que Cerutte haya hecho oídos sordos a su pedido.
Muy poco tiempo después, la tortilla se dio vuelta. A Cerutti, ya con el pase en su poder, no le salió nada como había planeado (o como le habían prometido). Sin club ni propuestas que lo sedujesen, el propio Mauro levantó el tubo y pidió volver al Azul del Parque. Nunca imaginaron los dirigentes que tan rápidamente iban a tener la posibilidad de vengar una salida que había generado mucho malestar.
Sin embargo, el operativo retorno de Mauro Cerutti fue tratado en Comisión y el mismísimo cuerpo técnico fue consultado. El veredicto final fue "un voto no-positivo". Anoche, entonces, quedó totalmente descartado el regreso. Los mismos dirigentes y entrenadores saben que el futbolista es importante y son conscientes de su valía. "Sabemos que Mauro es un jugador que nos puede dar una mano", confió De Muner. Sin dudas, hubo un pase de factura…
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