Hace nueve días tuvo su chance y no la desaprovechó: tarde de furia en Misiones, Gonzalo Rodríguez se despachó con dos goles. Esas conquistas le sirvieron al equipo para traerse una igualdad de un reducto complicado, pero más aún al delantero que levantó su mano y gritó presente, en la consideración de Carlos Roldán. Y ahora quiere aprovechar una nueva oportunidad. Pero esta vez es diferente. En la etapa decisiva y entre los titulares, la camiseta "9" tiene otro significado. "Gonza" pica en punta para reemplazar al suspendido Balvorín, pero prefiere no adelantarse a los hechos. "Hay que esperar la decisión del DT, aunque es obvio que me muero por estar", dice el delantero consciente de que la chance de jugar un duelo clave se disfruta por partida doble. Rodríguez es una gran promesa, desde hace varias temporadas. Pero los pocos minutos en cancha siempre le jugaron en contra. Su desesperación por demostrar sus condiciones lo llevó a cometer errores. Sin embargo, él piensa que su actuación contra Guaraní puede ser el empujón que necesitaba. "Ya me saqué la ansiedad de jugar. Creo que hice las cosas bien y hasta marqué dos goles. Me saqué un peso de encima", confiesa el oriundo de Aguilares, sabiendo que está ante una parada brava: reemplazar al goleador y alma mater de este San Martín. "No es fácil jugar por Gustavo. Es un jugador muy importante tanto dentro como fuera de la cancha", reconoce. Pero no se achica. "Quiero convertir para que no se note tanto su ausencia", se ilusiona. El paso en falso del equipo en Mendoza le preocupa, aunque prefiere mirar hacia adelante. "Ya está. No tuvimos un buen partido y ellos fueron contundentes. No sirve de nada seguir lamentándose. Hay que mirar hacia adelante", pide Rodríguez sabiendo que en un torneo corto el margen de error es casi nulo. "Quedan nueve partidos y tenemos que levantarnos rápido si queremos lograr el objetivo". El duelo contra San Jorge será con el cuchillo entre los dientes. Una especie de final contra un rival que siempre complicó a San Martín. Por eso Rodríguez no quiere confiarse. "Será un partido a matar o morir. San Jorge siempre juega un partido especial contra nosotros, por eso debemos ser inteligentes para plantear el partido. Los tres puntos deben quedarse en casa para encarrilar de nuevo el sueño", finaliza. El sueño aún está vivo, pero para eso es clave ganar el domingo. Y Rodríguez quiere aportar su granito de arena.
