Primera Nacional - SARMIENTO

El Club Sarmiento cumple hoy 109 años de vida

El club nacido el primero de abril de 1911 atraviesa uno de los mejores momentos institucionales de su historia.

El Club Atlético Sarmiento cumple este primero de abril 109 años de vida y la actual situación por el cornoravirus hace que la pasividad que se palpa en sus instalaciones contraste con el gran momento institucional que vive la entidad con las disciplinas que se desarrollan diariamente en la sede de Avenida Arias y Necochea.

Un club no es solo fútbol y en ese sentido el crecimiento sostenido en los años a través de la incorporación de los diferentes deportes que hoy se desarrollan en el club, como el voley, gimnásia artística o el hockey, entre otros, acompañan el presente futbolístico con un equipo protagonista de la segunda categoría del fútbol argentino. Si bien no pudo lograr el ascenso, en este último año el equipo volvió a disputar dos finales para lograrlo y eso habla de cómo cambió la percepción de adentro y de afuera del campo, ya que no hay que retroceder demasiado en el tiempo para acordarse de la Primera B o la Primera C. En consecuencia, en estos 109 años de historia, El Verde solo tuvo dos pasos por la máxima categoría y observar el respeto que se ganó en la ahora Primera Nacional debería llenar de orgullo a las y los hinchas.

No obstante, sigue habiendo un reparo con la identidad que evidentemente continúa sin atrapar a gran parte de los juninenses ya que el club se encuentra desde hace tiempo estancado en la cantidad de socios y socias, a pesar de haber incorporado una gran suma de chicas y chicos en las disciplinas. En ese sentido, quizás haya que seguir remarcando en le falta dar el siguiente paso en las Divisiones Formativas, donde la institución hace un gran esfuerzo económico para competir en AFA pero en el que no se visualiza un estilo definido. Varias generaciones recuerdan las inferiores made in Taqueta Barrionuevo como un sello distintivo de Sarmiento y por estos días no parece haber tal cosa. Poner la idea futbolística por delante de cualquier otra cuestión y que eso sea una bandera que atraviese desde la Primera profesional hasta la escuelita puede ser un rumbo que devuelva a muchas y muchos las ganas de identificarse con lo que alguna vez fue un modelo a seguir. La bases están. Hay un enorme predio que también tiene que ver con este último año y que es una de las tantas obras que realizó la actual gestión que encabeza Fernando Chiofalo. Hay una estructura armada con la experiencia de más de diez años compitiendo en AFA. Y del mismo modo hay modelos de clubes terrenales (para no citar a los de primer nivel que puede inquietar a alguien) que emprendieron una reestructuración con el foco puesto en el juego que dio sus frutos. Solo falta el convencimiento y las ganas de.

Por otra parte y en el mismo tenor de importancia hay que destacar incorporación del fútbol femenino en la Primera B. Otra apuesta acertada del presidente en un tiempo de la historia donde las mujeres mantienen una emocionante lucha por ganar cada vez más derechos, las chicas se hicieron un lugar en el club ante la mirada inicial desconfiada de muchos en los pasillos del Cemento. Contra eso fueron y con el aval del Chiofalo fue todo mucho más fácil pero no defraudaron. En la primera participación lograron clasificar a la Copa Federal y luchan por un ascenso a Primera en la Fase Campeonato.

Este no pretende ser un análisis pormenorizado ni mucho menos y seguramente le faltarán detalles de los deportes que a veces quedan opacados por el fútbol pero que le dan vida al club, con socios que día a día ponen horas de sus vidas y de sus familias para que todo funcione, son vitales. En ese sentido este último año de vida contó con una unidad que por ahora parece marchar sobre ruedas y fue la unión de las dos listas que en un principio iban a competir en las elecciones.

Por último está la cuestión económica, en un año de competencia que no venía del todo bien por la caída de algunos patrocinadores a lo que ahora se suma el estancamiento por el cese de las actividades y habrá que ver cómo salen parados los clubes, entre ellos Sarmiento, de esta situación, con un plantel profesional al que, en abril, se le deberán tres meses de sueldos.

Con todo y por todo un club es lo bueno y lo malo; la felicidad y la tristeza. Sarmiento es todo eso. Es estar en la A o estar en la C. Es abrazarse luego de un gol con amigos, familiares, vecinos, pero también con alguien que no conocés pero también caminar un lunes por la tarde y saludar al portero mientras salen, entran, corren y gritan los chicos con las camisetas verdes. Es ser una asociación civil sin fines de lucro. Todo eso y más es Sarmiento en estos 109 años de vida.