Almirante ganaba desde temprano en la Isla Maciel, pero luego se derrumbó y el Candombero se lo terminó dando vuelta y se impuso merecidamente por 3 a 1. El equipo aurinegro no tuvo respuestas anímicas ni futbolísticas. La continuidad de Alejandro Orfila, otra vez, está en duda.
El comienzo de la segunda rueda solo dejó decepción y preocupación para los hinchas de Almirante Brown. Porque la derrota por 3 a 1 ante San Telmo, que llegó al partido de este sábado en la anteúltima posición, fue una de esas que dejan secuelas. No solo por el resultado adverso y por el consecuente descenso en la tabla, sino porque la actuación del conjunto aurinegro fue muy penosa.
La tarde en la Isla Maciel había arrancado de manera inmejorable para el Mirasol, ya que, en su primera incursión ofensiva, a los siete minutos, se puso en ventaja con una buena definición del debutante Lautaro César. Ese gol fue lo último (y lo único) bueno que hizo Almirante en el partido, porque a partir de ahí el Candombero se llevó por delante al conjunto aurinegro con fútbol y, lo más preocupante, con actitud.
El gol del debutante Lautaro César, lo único rescatable en la aciaga tarde de la Isla Maciel.
Esa bravura arrolladora que exhibió el conjunto local redundó en una media docena de situaciones de gol y tuvo su premio merecido en la parte final de la primera etapa, cuando Agustín Stacato, primero, y Jonathan Paiz, luego, aprovecharon la endeblez de Brown para defender dos pelotas paradas y anotaron los goles con los que San Telmo se fue al descanso ganando por 2 a 1.
Para el complemento se esperaba algún tipo de respuesta anímica del equipo de Alejandro Orfila. Pero eso nunca llegó. Sin ideas y sin rebeldía, solo se repitió con centros frontales. Es cierto que en uno de ellos pudo haber marcado la igualdad cuando Nazareno Bazán estrelló un cabezazo en el palo, pero eso hubiese sido una injusticia ya que el local siguió mostrándose muy superior. Y esa superioridad volvió a trasladarse al marcador a los 41 minutos, cuando Erik Bodencer corrió en soledad desde la mitad de la cancha, gambeteó a Ramiro Martínez y definió antes del cruce desesperado de Marcos Enrique.
Al igual que en el 0-3 ante Nueva Chicago, esta derrota vuelve a poner en duda la continuidad de Orfila en su cargo. Porque, está claro, hay derrotas que marcan que el camino que se está transitando no es el correcto. Y la que sufrió Almirante este sábado en la Isla Maciel, sin dudas, es una de ellas.