Eso expresó Tomás Arrotea Molina, DT de Real Pilar contento y orgulloso, en Mundo Ascenso sobre la histórica victoria frente a Vélez en la Copa Argentina. Además de subrayar que lo hicieron en los noventa minutos, destacó el sacrificio y compañerismo de su equipo, que no pegó patadas. Eso demostró el cambio del fútbol del ascenso, que se está profesionalizando y que se le está dando herramientas a los jugadores para que no sea un juego violento.
Real Pilar hizo historia, en su corta vida y en la de la categoría, porque fue la primera vez que un equipo de Primera D elimina a uno de Primera División y la primera vez que un equipo de Primera D clasifica a 16avos de final. Unos días después Tomás Arrotea Molina, DT monarca, charló con Mundo Ascenso: "Nos fuimos de la cancha alrededor de las 12 de la noche el jueves y el viernes a las 9 de la mañana estábamos entrenando en Pilar, con la dificultad que tienen muchos chicos que no tienen movilidad propia y que tienen que ir en micro, en tren o en transporte público y casi no descansaron. Por suerte con la frente en alto y el corazón lleno de haber hecho el papel que hicimos"
¿Se dio el partido como lo habían planteado? "Nosotros sabíamos que Vélez iba a dominar el partido. De eso no teníamos ninguna duda. La otra pregunta que nos hacíamos era..dentro del dominio que va a tener Vélez. ¿nosotros vamos a poder en algunos momentos del partido cotrolarlo, que nos ataquen por los lugares donde preferimos que nos ataquen o donde ellos son menos efectivos? Estuvo ahí el planteo. Sabíamos que no íbamos a poder dominar el partido. Intentamos volcar los ataques por donde nos iban a hacer menos daño. La realidad es que cualquier planteo hubiese sido exitoso con la entrega que han mostrado los jugadores. Ningún planteo sirve si la entrega no es al máximo y la verdad que lo que hemos conseguido, además de un excelente resultado, es darnos cuenta que nuestro piso es un poco más alto, que nosotros podemos dar más que lo que estábamos dando. Lo demostramos el otro día y ahora lo importante es mantenerlo"
"La nobleza que tiene para nosotros este triunfo es muy grande y tiene tres ingredientes. El primero es que lo hicimos en los noventa minutos y eso le da otro carácter a la victoria. Los otros dos son que lo hicimos prácticamente sin pegar una patada porque no hubo que cortar. Generalmente se mal asocia al fútbol de ascenso con un fútbol violento y nosotros demostramos que el fútbol de ascenso está cambiando, que está profesionalizando mucho más, que hay herramientas que se le está dando a los jugadores, que no hace falta ese fútbol violento. Tuvimos dos amonestados porque llegaron tarde a pelotas por ya estar agotados. Los jugadores de Vélez nos acusaban, incluso no devolvieron un lateral, de que nos tirábamos y hacíamos tiempo. La realidad es que en ningún momento lo hicimos. Todas las veces que entró el médico fueron por calambres reales. La forma le da un condimento adicional", describió.
¿Qué fue lo primero que le dijiste a tus jugadores al llegar al vestuario con esa emoción de hacer historia?
"Que estaba orgulloso de ellos, que le han demostrado al mundo que con trabajo, dedicación, entrega y valentía, se puede. No hay que creersela porque la realidad es que de veinte partidos hubiésemos perdido dieciocho o diecinueve porque nos han creado muchas situaciones de gol y que la probabilidad era baja, pero nos aferrábamos a eso. Fue un orgullo bárbaro, una admiración por el partido que han hecho. Muy contentos. Sobraban las palabras. Era el momento de disfrutar"
"Hay que ser reales. En el fútbol actual las derrotas y las victorias duran 24 horas. A pesar de que fue muy linda, ya es parte de la historia, del pasado y nuestra cabeza tiene que estar en otro lado", aclaró.
"Nosotros siempre plateamos que la forma de ganar el partido es esta. No va a ser fácil, vamos a tener que trabajar pelota a pelota, no nos vamos a tener que desesperar si nos meten un gol, pero se puede y hay que trabajarlo. Nadie nos va a regalar nada. Los jugadores lo entendieron así y lo jugaron con el corazón. Estamos muy contentos. Si bien hubo jugadores que se destacaron, no hubo puntos bajos…Hubo sacrificio, hubo compañerismo y la clave fue esa"
